 Johan Parilli
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Toda su vida musical la había dedicado profesionalmente al estudio de la música, ejerciendo actividades como docente de música, compositor, locutor y director de www.datemusica.com, pero un día el Señor tocó su corazón y comenzó su proceso de conversión.
Hace unos años luego de muchos intentos por parte de su esposa para que leyera la biblia a lo cual él se resistía, decidió comprar una y el primer día que la leyó se encontró con la lectura de Daniel 3,57-90 que le repetía insistentemente "¡Cántenle y glorifíquenlo eternamente!", sin embargo, luego de leerlo cuenta que cerró la biblia y continuó su día como si nada, pero los problemas seguían, su vida no tenía paz, estaba enfermo, en tratamiento médico y con una depresión encima. Pasaron los días y se acordó nuevamente de aquella biblia nueva que había llegado a casa pero que nadie leía, la volvió a abrir y una vez más allí estaba esperándolo la misma lectura de Daniel 3,57-90, pero esta vez, la causalidad como él la llamo, fue lo que despertó su atención y cuenta que en aquel momento solo pensó “¿Porqué me sale lo mismo otra vez si la biblia está nueva y no tiene marcas?”, pero igualmente cerró la biblia y siguió su vida con todas las tribulaciones, las angustias y sufrimientos, pero el Señor volvió a insistir por tercera vez para que leyera la biblia, y cuando la abrió, una vez más volvió a aparecer aquella lectura, pero esta vez las palabras "¡Cántenle y glorifíquenlo eternamente!" retumbaron en su corazón, entonces, se fue a su cuarto y aunque en ese momento era un católico de esos que llaman light y para él eran desconocidas aquellas palabras de cierra la puerta y ora a tu Padre que está allí, a solas contigo, eso fue lo que hizo, cerró la puerta del cuarto y le dijo al Señor con la biblia en la mano "Señor, ¿Tu quieres que yo te cante?, pero si nunca te he cantado y no sé cómo hacerlo..." y abriendo la biblia una vez más apareció el libro de los salmos y leyó por primera vez en su vida el Salmo 23, su lectura, lo estremeció hasta el llanto y en su corazón surgió lo que necesitaba para hacerle su primera canción a Dios, solo bastó tomar su guitarra que estaba justo al lado de su cama y componer la música que hoy podemos escuchar en su versión de este salmo 23.
De aquí en adelante, una vez que abrió su vida para que Dios la dirigiera, todo cambio, llegó la sanación, se despertó el deseo intenso de leer la palabra de Dios cada día, se confesó luego de muchos años, comenzó a participar en su comunidad, a formarse como músico católico y a visitar el santísimo sacramento todos los días, y así, el Señor comenzó a manifestarse en su vida de formas muy especiales. En ese mismo año, en la madrugada de un domingo mientras dormía, se despertó exaltado por una voz que escuchó en su sueño: "Evangeliza con música" y a eso se dedica hoy día como docente de música, componiendo para Dios y al frente de FUNDAMUSICA una fundación de músicos católicos dedicada a la evangelización a través de la música y la formación musical católica.
A continuación, compartimos todos los datos de contacto si desean formar parte de esta comunidad de músicos católicos.
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