Por mil razones (3:38)
A menudo te pedimos tantas cosas, sin llegar a comprender que no es preciso tener más. Hoy lo único que quiero ofrecerte es mi vida en cuerpo y alma como signo de humildad. Y esperar… En el silencio de la noche cuando más se oye tu voz, poder hablarte y ofrecerte mi sencilla oración. Y esperar… Que cada día mire al cielo y te pueda gritar:
GRACIAS,SEÑOR, POR MIL RAZONES Y HÁGASE TU VOLUNTAD.
Pero estoy hecha de barro y necesito de tu pan. Sin tu ayuda no hago más que naufragar. Si me das tu luz, será más fácil comprender lo que me pidas, oh Señor, yo lo voy a hacer Y aceptar… que el alma se llena de fuerza con la luz de tu verdad, que si las cosas vienen mal, en tí debo confiar. Y aceptar… que sólo yo y con tu ayuda soy quien las puede cambiar.
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