SE QUE ESTAS (2:37)


No te veo ni te puedo tocar
pero sé que estás aquí;
por la fe que tengo sé que
Tú eres todo para mí.

No te siento cuando quiero cantar
pero sé que estás aquí;
por la fe que Tú me has dado
puedo confiar en ti.

Por eso,

No me importa el desprecio ni la humillación
porque, aunque no te veo ni te puedo tocar
creo que Tú estás aquí,
¡oh, sí! Yo creo que Tú estás aquí (2)

De pequeño me enseñaron que Tú
te escondías para mí.
Desde entonces, mi esperanza
era recibirte así.

No recuerdo cuántas veces han sido
las que Tú has venido a mí,
pero aún me parecen pocas
cuando no te tengo aquí.

Por eso,

No me importa el desprecio…

Ha pasado mucho tiempo desde
el día en que te recibí
por vez primera en mi alma,
hecho vida para mí.

Desde entonces, tus cuidados, oh Dios,
no he dejado de sentir;
te llevo vivo en el alma
y por eso soy feliz.

De ahí que

No me importe el desprecio…