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El amor no es solo un sentimiento.
18/09/2024


Evangelio: Lc 7, 31-35
En aquel tiempo, Jesús dijo: «¿Con quién compararé a los hombres de esta generación? ¿A quién se parecen? Se parecen a esos niños que se sientan a jugar en la plaza y se gritan los unos a los otros:
“Tocamos la flauta y no han bailado, cantamos canciones tristes y no han llorado”.
Porque vino Juan el Bautista, que ni comía pan ni bebía vino, y ustedes dijeron: “Ese está endemoniado”. Y viene el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: “Este hombre es un glotón y un bebedor, amigo de publicanos y pecadores”. Pero sólo aquellos que tienen la sabiduría de Dios, son quienes lo reconocen».  Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración introductoria:
Espíritu Santo, te pido el don de la sabiduría para ver y comprender la realidad de mi vida, desde tu perspectiva. Eso me dará equilibrio a mis juicios y bondad para apreciar los sucesos de este día y, sobre todo, hará posible que te pueda reconocer en este momento de oración.

 

Petición:
Señor, ayúdame a tener un encuentro personal decisivo contigo que cambie toda mi vida.

 

Meditación:
El amor no es solo un sentimiento.

«Dios es visible de muchas maneras. En la historia de amor que nos narra la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del Resucitado y las grandes obras mediante las que Él, por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de la Iglesia naciente. El Señor tampoco ha estado ausente en la historia sucesiva de la Iglesia: siempre viene a nuestro encuentro a través de los hombres en los que Él se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, especialmente la Eucaristía. En la liturgia de la Iglesia, en su oración, en la comunidad viva de los creyentes, experimentamos el amor de Dios, percibimos su presencia y, de este modo, aprendemos también a reconocerla en nuestra vida cotidiana. Él nos ha amado primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros podemos corresponder también con el amor. Dios no nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y experimentar su amor, y de este “antes” de Dios puede nacer también en nosotros el amor como respuesta. En el desarrollo de este encuentro se muestra también claramente que el amor no es solamente un sentimiento. Los sentimientos van y vienen. Pueden ser una maravillosa chispa inicial, pero no son la totalidad del amor».

 

Propósito:
Hacer una visita a Jesús en el Sagrario, reconociéndolo como Dios y Señor de mi vida.

 

Diálogo con Cristo:
Señor, es triste confirmar la tendencia de justificar mis fallas buscando que la culpa recaiga en otros. Cuánto amor me falta cuando veo sólo los defectos de los demás en vez de sus cualidades. Qué insensatez perder la objetividad de los hechos al pretender engañar a los demás. Por eso reitero mi petición, por la intercesión de tu Madre Santísima, dame la sabiduría para optar siempre por la verdad.

 

«Somos conscientes de que el poder del enemigo es tan grande como su miopía; pero también somos conscientes de que el poder de Dios es infinito, y que Él, que es el Señor de la historia, les permitirá llegar hasta donde su infinita sabiduría lo tenga previsto para bien de la humanidad»